Los Spurs de Pochettino crecen y avanzan

El paso a las semi de la Champions prueba que el proyecto de Pochettino en el Tottenham está encaminado. Un repaso por cómo llevó al club a otro nivel.

Nota basada en un hilo publicado en @MarinelliLucas_ el 18/04/19.

Antes de llegar al club del norte de Londres en 2014, Mauricio Pochettino ya había mostrado su capacidad en sus dos experiencias previas. En el Espanyol logró una salvación heroica en su debut: siendo el tercer entrenador de la temporada, tomó el mando con el equipo 18° y llegó a estar a ocho puntos de la salvación, pero con ocho victorias en las diez fechas finales consiguió la permanencia.

En ese momento se cruzaron su historia y la de Pep Guardiola, ahora entrenador del Manchester City que el Tottenham del santafesino dejó afuera en cuartos de final de la Champions League. En esa campaña 2008/09, la de su estreno en el banco de su suplentes, Pochettino ganó su primer partido en el Camp Nou y fue el técnico que más puntos le sacó a Pep durante su brillante etapa en el Barcelona (7), por delante de Unuai Emery (6) y de José Mourinho y Gregorio Manzano (5). En las siguientes temporadas con el argentino, el Espanyol se mantuvo en Primera e incluso soñó con Europa.

Luego de su salida a fines de 2012, en enero del año siguiente, Pochettino llegó al Southampton sin hablar inglés, pero agarró al equipo y pudo mantenerlo fuera del descenso. Luego, con una identidad definida y un funcionamiento aceitado y atractivo, realizó la mejor temporada de su historia (56 puntos, marca después superada con Ronald Koeman en el banco).

En esas dos etapas ya se vio su confianza en los jóvenes, su compromiso con ellos y su capacidad para mejorar jugadores. El nacido en Murphy dirigió y potenció a José Callejón, Víctor Ruiz, Nicolás Pareja, Jay Rodríguez, Adam Lallana, Nathaniel Clyne, Luke Shaw y Morgan Schneiderlin, por ejemplo.

Cerrada su etapa en el sur de Inglaterra, llegó a Londres para la temporada 2014/15, en el desafío más importante de su carrera. Para entender por qué su trabajo es tan bueno, aun sin títulos, es necesario -como siempre- repasar el contexto.

Pochettino y Guardiola, en la previa de un derbi disputado en 2012. Crédito: EFE.

El Tottenham atravesaba una irregularidad que lo podía tener tanto en cuartos de la Champions (2011) como regularmente fuera del top 4 en la Premier League (salvo en 2010 y 2012), con varios cambios de entrenador. En 2013 vendió a Gareth Bale, pero ni ese dinero mejoró a un equipo al que le costaba ser reconocible.

En ese marco, una de las primeras decisiones de Pochettino fue armar un grupo de jugadores comprometidos. Así, entre la primera y la segunda campaña se fueron Younes Kaboul, Étienne Capoue, Nabil Bentaleb, Emmanuel Adebayor, Roberto Soldado, Andros Townsend y Nacer Chadli, entre otros. Algunos luego reconocieron sus errores y que con el tiempo habían entendido la decisión del argentino.

También buscó cambiar la mentalidad de los que se quedaron y del club, conocido y burlado por sus deslices en situaciones de presión. Estaba convencido de que el Tottenham podía dar un salto de calidad. Esto lo ejemplifica Jan Vertonghen, a quien el ex jugador de Newell’s le cambió la actitud. “Mejoró en un aspecto muy importante para él: el mental. Cuando llegué, le dije: ‘¿Por qué estás así? ¡Tenés que estar preparado para la batalla! No podés mostrar ese lenguaje corporal, ¡sos un guerrero!’”, aseguró la campaña pasada sobre el belga, que es una pieza clave.

En esa primera temporada se vieron los rasgos iniciales de lo que pretendía Pochettino y el Tottenham llegó a la final de la Copa de la Liga, la cual perdió con el Chelsea de Mourinho. Sin embargo, se notaron cambios y una identidad, que se definió y perfeccionó más con el paso del tiempo.

Aun en un club más importante y con mayores aspiraciones, el santafesino mantuvo su confianza en los jóvenes, mayormente locales. Harry Kane, Eric Dier, Dele Alli, Danny Rose y Harry Winks son los más conocidos, pero también jugaron con cierta continuidad Ryan Mason, Tom Carroll, Kyle Walker-Peters y Oliver Skipp (el debutante más reciente).

Su aporte para Inglaterra ha sido valioso: se vio en el Mundial 2018 y antes también. Gary Neville, ayudante de Roy Hodgson entre 2012 y 2016, lo destacó en 2015. “Los jugadores del Tottenham vienen listos para la batalla, para jugar y trabajar”, señaló en una columna publicada en The Telegraph en la que remarco que el argentino era su entrenador favorito de la Liga inglesa.

Pochettino incluso llegó a aconsejarle a Hodgson que no se apurara en citar a los jóvenes y fuera de a poco para no entorpecer su desarrollo. Fue cuando Dele llegó a la selección sólo 62 días después de su debut en la Premier, y prueba su convicción por respetar los procesos en el crecimiento de los talentos.

Entre los jugadores que más representan esta capacidad el más conocido es Kane, quien bajó de peso, pasó a ser una pieza fija y se convirtió en uno de los mejores delanteros del mundo. En 2018, el inglés lo elogió en un artículo en The Players Tribune que escribió por sus 100 goles en la máxima división inglesa: “Nadie tuvo más impacto en mi carrera que él”.

Otros dos son Dier y Dele, que llegaron al Tottenham desde el Sporting de Lisboa y el MK Dons, respectivamente, y crecieron rápidamente. Antes del Mundial escribí sobre sus historias y características.

Pero en este proceso en los Spurs, como en los anteriores, también potenció a jugadores más grandes. Entre los más destacados, al caso de Vertonghen se suman los de Toby Alderweireld (central de gran nivel), Heung-min Son (pasó a ser un delantero más global y determinante) y Moussa Sissoko (evolucionó de un volante externo potente a un “box-to-box” completo).

Los jugadores argentinos que forman parte del plantel son más ejemplos. Erik Lamela -que, como Christian Eriksen, había llegado como “reemplazo de Bale” y no había tenido regularidad- sumó recorrido y dinámica, Juan Foyth -a quien convenció Pochettino de ir ahí- ya mejoró y Paulo Gazzaniga -con el que también coincidió en Southampton- jugó bastante y progresó.

¿Cómo logra eso? Con confianza y minutos, un trato cercano y la búsqueda de que sus jugadores disfruten de jugar al fútbol. En NBC Sports le preguntaron cómo hace Kane para mejorar y dejó una respuesta magnífica: “Cuando uno cree que sabe todo, va para abajo. Es como en la vida”.

Toda la entrevista es muy buena. En @fulbo_fulbo hicieron la traducción de otra parte, sobre la inspiración de Bielsa y Griffa y la importancia de no enfocarse sólo en lo futbolístico.

Por otro lado, Pochettino ha demostrado una gran capacidad para adaptarse a los contratiempos. Aun con ventas -cuando se fue Kyle Walker, potenció a Kieran Trippier-, falta de fichajes, lesiones (sobre todo esta temporada) y la necesidad de jugar en Wembley por la construcción del nuevo estadio, el Tottenham nunca dejó de competir.

En cuanto a lo estratégico, el equipo ha vivido cambios. En ataque, ha logrado desarrollar tanto salidas limpias y ataques estacionados como transiciones y avances verticales. En defensa, la presión alta ahora alterna con una recuperación en la mitad o un repliegue para despegar. Algunos rasgos se han mantenido, como las libertades por adentro y la amplitud con laterales profundos, pero la disposición varió: en las últimas temporadas, de la base de tres atacantes detrás de Kane pasó, por tramos, a tres centrales y dos mediapuntas y a un rombo en el medio con dos delanteros.

Además, a sus múltiples aptitudes como técnico le suma un perfil detallista. Es capaz de enojarse por una caída en la 38ª fecha que impide finalizar segundo y quedar por encima del Arsenal después de 21 años, como contó en el libro que escribió con el periodista Guillem Balagué, de armar una presión que limite al City y de doblegar al United a partir de una misma acción.

Los números también reflejan el excelente trabajo de Pochettino. Es conocido que pasó dos mercados sin fichar, pero no tanto que desde su llegada el Tottenham gastó menos que el ‘Big six’ y que equipos como Everton, Leicester, Southampton y West Ham.

Fuente: Transfermarkt.

También se ve en el valor de mercado. Alcanza con entrar al plantel de los Spurs en Transfermarkt y ver cada caso. Kane pasó de 3 a 150M. Dele, de 5 a 100M. Eriksen, de 20 a 85M. Son, de 16 a 65M.

Su eficacia es buena en total y en cada torneo, como subió @jppater. El Tottenham es el único que terminó entre los primeros tres en las últimas tres temporadas y ésta es apenas su cuarta participación en Champions, tercera seguida. Si se considera lo que los rodea, los números tienen más valor.

Evaluar a cualquier entrenador únicamente por lo que gana o pierde es reducir su trabajo y lo que abarca. Un título o una derrota no definen la capacidad de un técnico. Así lo entiende Pochettino, como expresó en esta frase que compartió @AlbertOrtegaES1.

La crítica hacia Pochettino de que no ganó nada es cierta, pero elevó al Tottenham a otro nivel y su equipo compite en casi todos los torneos hasta las últimas instancias o fechas. Además, como pasó en el Espanyol y en el Southampton, cuando salga habrá dejado un legado. Jugadores potenciados, estructuras en el club, equipos con identidad y hasta dinero por las ventas. Como contó en una entrevista muy interesante con Valdano en beIN Sports, hoy prioriza eso y no los títulos.

Todo esto no cambiaba si Agüero picaba un paso más atrás en la última jugada de la eliminatoria frente al Manchester City o si anulaban el gol de Fernando Llorente, pero sí es una prueba concreta de que el proyecto de Pochettino en el Tottenham va en la dirección correcta. Con un trabajo sostenido, el equipo ha hecho méritos para instalarse entre los mejores.

Crédito de la foto de portada: Action Plus via Getty Images.

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