Mientras prueba, el PSG rescata triunfos

En otra búsqueda de Pochettino hacia encajar las piezas, los parisinos repitieron guión: un buen primer tiempo, un bache que pagan en su arco y un gol en el final.

«Una pretemporada está para hacer este tipo de pruebas. En el pasado, cuando las cosas eran normales, había seis o siete semanas en las cuales, con muchos partidos amistosos, podíamos trabajar con todo el equipo y tener esa flexibilidad que a nosotros nos gusta. Ahora tenemos que ir probando cosas en la competición. Pero cosas que a lo mejor entrenamos en un video, que tampoco podemos entrenar en el campo. Es una situación que no nos gusta mucho, pero nos tenemos que adaptar a esta nueva carga competitiva». En la conferencia previa al duelo con el Football Club de Metz, así describió Mauricio Pochettino el presente de su Paris Saint-Germain. A partir de la llegada de refuerzos importantes, el nacido en Murphy ha reiniciado el proceso de construcción de una identidad colectiva, pero sin contar con una plataforma propicia para poner las bases de esa búsqueda. Este momento de ensayo ya se había notado en sus compromisos previos (tanto en los primeros encuentros de la campaña como frente al Club Brugge y al Olympique Lyonnais varió parte de las intenciones ofensivas y la disposición, algo usual en el ciclo del santafesino) y también quedó reflejado en la victoria por 2-1 entre semana.

Si en el semestre anterior ya había trabajado para implantar rasgos en el equipo (quizá no fueron tan visibles por cierta irregularidad, pero hubo comportamientos comunes más allá de los nombres alineados), en el inicio de esta temporada ha retomado esa actividad en un escenario más exigente: aunque cuenta con mejores piezas, el encaje no es sencillo por la cantidad de incorporaciones y la complejidad de su inserción. En el camino hacia encontrar un equilibrio y una cohesión -en el que el conjunto parisino se encuentra en el inicio- es indispensable intentar distintas cosas y luego analizar, corregir y agregar matices. Ante la falta de entrenamientos para examinar variantes, crece la importancia de los 90 minutos para trabajar las sociedades y de las evaluaciones en competencia para obtener conclusiones -aunque sea parciales- con el correr de los cotejos. Con puntos altos y bajos y un trámite parecido a su anterior presentación liguera, el viaje al este de Francia representó otro paso en ese trayecto.

En el primer partido de la 2021/22 con dos laterales de mentalidad atacante, algo que Pochettino también había mencionado en la conferencia previa («Está claro que vamos a poder jugar en el futuro, porque ésa es la idea, con dos jugadores ofensivos en los carriles. Pero viendo los estados de forma, a veces hemos optado por jugar con Abdou Diallo o Thilo Kehrer, dependiendo de dónde queramos atacar con un jugador ofensivo de banda como Ángel Di María o con Ney yendo adentro entre líneas, jugando más en pasillos centrales, para darle la posibilidad a Nuno de que suba mientras tenemos equilibrio en las vigilancias», dijo), la distribución en 4-3-1-2 (con momentos de 4-3-2-1) les regaló las bandas y buscó compensarlos con el mediocampista central y, frecuentemente, uno de los interiores. Con Danilo Pereira (una inclusión que quizás se debió a darles más ayuda a los centrales en esta prueba inicial, dado que el portugués -que fue de los puntos más bajos- es un jugador más enfocado en la recuperación que Leandro Paredes) y Georginio Wijnaldum (quien no termina de encontrar su lugar) para formar un 2+2, 3+1 o 3+2 (cuando Rafinha retrocedía más), el PSG contó con respaldo para las proyecciones de Achraf Hakimi y Nuno Mendes y superioridad para salir con facilidad.

Aun así, lo que más ventajas le dio fue la conexión entre Neymar, Kylian Mbappé y Mauro Icardi (que comenzó con bastante movilidad, como en la diagonal que hizo en el 1-0 y ya había realizado anteriormente, y luego se apagó; de sus 15 toques, cinco llegaron en los primeros 15’, sólo participó tres veces en la etapa final y no intervino desde los 70’ en adelante). A partir de su capacidad para intercambiar posiciones y mezclar movimientos -con desmarques de apoyo y ruptura hasta simultáneamente-, el conjunto parisino abrió huecos, aprovechó los espacios detrás de la defensa y profundizó con regularidad. Con fluidez para mover la pelota y el crack brasileño como organizador, con mucha influencia desde sus descensos para jugar de frente y filtrar pases exquisitos, se puso varias veces cara a cara con Alexandre Oukidja.

Sin embargo, pasada la media hora bajó la frecuencia de sus desplazamientos sin pelota, perdió claridad y empezó a sufrir las contras del Metz. El local, que también llegó y lastimó por afuera (la gran debilidad de este tipo de sistemas y del ciclo Pochettino), pudo acomodarse en el encuentro y comenzar a sacar ventajas de su velocidad. Ante pérdidas incómodas del equipo del santafesino (sea por errores en el traslado o pases interceptados en el inicio de las jugadas) y libertades para jugar (tanto por cierta relajación de los delanteros -algo entendible por sus características- como por un mediocampo indeciso o lento para apretar), los de Frederic Antonetti pudieron lanzar con tiempo.

Si bien en el segundo tiempo también mostró inconvenientes con su transición defensiva, los principales problemas se dieron en el cierre de los 45′ iniciales, cuando llegó el empate parcial tras un avance por derecha que encontró a Mendes en inferioridad. Después del entretiempo, el trámite entró en una fase neutral en la que el PSG circuló lento -en parte, por la menor frecuencia de movimientos entre los atacantes-, llegó poco y debió defender alguna contra peligrosa. Los cambios no alteraron demasiado el curso del partido, pero el triunfo volvió a llegar sobre el final: Hakimi recibió una excelente asistencia de Neymar y dio otra muestra de su peso ofensivo.

Con un guión similar al de la victoria contra el Lyon (un extenso pasaje positivo en la primera etapa, un bache en el rendimiento que paga con un gol en su caro y un tanto decisivo en el tiempo agregado), la prueba le deja algunas conclusiones a Pochettino. En principio, que así puede acercar más a sus hombres talentosos y abrirles espacios con dos laterales-extremos capaces de aportar profundidad. Que, como había comprobado en la 2020/21, Neymar brilla más con esa libertad para retroceder y adueñarse de la circulación. Y que este sistema exige mucho a sus mediocampistas, tanto en la transición defensiva como ante ataques estacionados; además, entre esos tres nombres le vendría muy bien un perfil más organizador (Rafinha no siente tanto esa faceta y es más vertical, con Marco Verratti como la pieza ideal).

En lo global, esta disposición le puede traer beneficios -principalmente ofensivos, al ofrecer un buen contexto para sus futbolistas más decisivos y disponer de laterales capaces de asumir toda la banda en ataque. Es algo que el santafesino ya utilizó por momentos en el primer semestre del año y contra el Stade Brestois 29 en la tercera fecha, también con momentos interesantes. Además, en el Tottenham le dio resultados y cuenta con jugadores de características similares en el mediocampo, una parte clave: un mediocentro pasador (Paredes puede cumplir el papel de Harry Winks, con un estilo más vertical y más calidad y variedad en los envíos), un interior mixto y físico (con Idrissa Gueye o, como opción más «táctica», Ander Herrera en el lugar de Moussa Sissoko) y un volante creativo y organizador (quizá sin la misma influencia en el tercio final y con más injerencia en la salida, Verratti puede tener un rol similar al de Christian Eriksen).

Por ahora, el PSG mantuvo el puntaje perfecto y tomó distancia en la cima de la Ligue 1 (el Olympique de Marseille empató y, con una fecha pendiente, quedó a siete puntos). Aún en busca de consistencia y de asentar bases para el crecimiento colectivo, al menos consigue margen de trabajo con sus resultados ligueros. Así analizó la victoria Pochettino: «El equipo no se rindió y continuó luchando hasta el final. Vemos que el trabajo vale la pena. Estoy feliz porque fuimos recompensados al final, gracias a esta capacidad de superación. Tenemos que analizar el juego, pero estamos contentos con el carácter mostrado esta noche». Ante el Montpellier, rápidamente tendrá otra oportunidad de avanzar en su camino proceso de construcción.

Crédito de la foto de portada: @PSG_Inside

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