Con un gran nivel de Messi, Mbappé y, en menor medida, Neymar, el PSG dio vuelta el partido frente al Saint-Étienne y logró una sólida victoria por 3-1.
«Es fácil jugar con (Lionel) Messi. Es un gran jugador, siempre he querido jugar con grandes jugadores. Los grandes futbolistas están hechos para jugar con grandes futbolistas. Nos divertimos en el campo», afirmó Kylian Mbappé en RMC Sport luego del triunfo por 3-1 del Paris Saint-Germain sobre la Association Sportive de Saint-Étienne Loire. Y cerró: «Me divierto mucho y también aprendo». Las palabras del delantero francés reflejan bien lo que fue la conexión del tridente durante el partido, en el que fueron el eje del ataque del conjunto parisino y lideraron la remontada. Compenetrados para interpretar de la misma manera cómo desarticular el bloque defensivo rival, Messi, «Kiki» y Neymar se asociaron con peligro e hicieron pesar su jerarquía.
Aunque el once en cancha los llevó a cargar con una mayor reponsabilidad ofensiva, los tres la asumieron sin problemas y sin que su rendimiento se viera afectado. Ante las ausencias por lesión o sanción de Achraf Hakimi, Leandro Paredes y, principalmente, Marco Verratti, contaron con un abastecimiento de menor calidad -en especial por la falta de la visión y los pases filtrados que proporcionan el argentino y el italiano- y se enfrentaron a una defensa que no debía preocuparse por la velocidad del marroquí por derecha. Con tres mediocampistas (Danilo Pereira, Idrissa Gueye y Georginio Wijnaldum) que no se destacan por su capacidad pasadora y pocas amenazas -al espacio o con la pelota en el pie- que sirvieran para arrastrar marcas o ser descargas (podían serlo Nuno Mendes y eventuales desmarques de Thilo Kehrer o los interiores), el peso de la creación recayó en los talentosos.
El Saint-Étienne lo entendió así y cerró el espacio entre sus líneas, intentando minimizar las conexiones entre el tridente. A partir de un 5-4-1 estrecho, muchas veces los de Pascal Dupraz consiguieron doblar y hasta triplicar la marca sobre sus recepciones en 3/4 del campo. Esto, que derivó en robos e intentos de contraataques en diversas ocasiones, les resultó más sencillo porque los focos de peligro no eran muchos más que ellos tres. Así ganaron cierto control en el encuentro, casi sin sufrir en su arco y con varias ocasiones creadas: hasta los 29′, el parcial en remates los favorecía por 5-4 y estaban en ventaja por el gol de Denis Bouanga.
Sin embargo, el PSG comenzó a crecer de a poco. Entre las grietas que empezaron a aparecer en el bloque de la visita, las combinaciones que resultaron exitosas aun en espacios reducidos y con muchas piernas alrededor y el aumento de los lanzamientos hacia desmarques de Mbappé (en especial de Messi, como en el 1-0), el conjunto parisino creció. Esto se acentuó en el segundo tiempo, cuando Mauricio Pochettino decidió poner a Ángel Di María en lugar de Kehrer y modificar el esquema (a algo similar a un 4-2-3-1 en el que Pereira era lateral derecho en defensa y tercer central en ataque, aunque el rosarino ex Real Madrid hacía recorridos largos por derecha), sumando mejor pie y recursos al ataque. Luego, las genialidades de Leo y Kiki sirvieron para aumentar la ventaja.
Así analizó el triunfo el entrenador argentino: «Creo que el comienzo no fue bueno. Debemos asumir la responsabilidad de ello y yo lo hago. No pude transmitir lo que queríamos poner en marcha en esa mitad. Debemos dar crédito al Saint-Étienne, que empezó bien el juego. No estábamos lo suficientemente claros sobre las tácticas que se iban a aplicar y el comportamiento no fue bueno. Asumo la responsabilidad de ello. Corregimos las cosas en la segunda mitad para jugar de una manera más simple y natural. Encontramos fluidez en el juego». Y, con respecto a la evolución de su conjunto, agregó: «Estoy contento con el nivel defensivo del equipo, incluso si hay cosas que corregir. Estamos trabajando en esto para conceder menos oportunidades. Hay progreso, pequeños pasos. Así es que debemos avanzar y mejorar. Estoy contento con eso. El equipo mostró su confianza mientras estuvo en desventaja. Estamos ganando riqueza táctica. Los ajustes muestran que los jugadores tienen confianza».
Con una conexión entre el tridente que crece partido a partido y una ventaja en la tabla que llegó a los 15 puntos (por los empates del Olympique de Marseille y el Olympique Gymnaste Club de Nice), el PSG volvió a dar un paso hacia delante.
Crédito de la foto de portada: Christian Hartmann/Reuters.
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