La Selección terminó la primera fase de la Copa América con un 4-1 a Bolivia que le dio un envión y le permitió sumar piezas para los duelos de eliminación.
Si los partidos entre fuerzas desiguales para el equipo superior pueden terminar mal, con dudas en el funcionamiento ante la imposibilidad de hacer pesar la diferencia, o bien, con un triunfo cómodo que sirve para elevar la moral individual y colectivamente, Argentina se aseguró de encontrarse en el segundo grupo en su enfrentamiento con Bolivia en la última fecha de la zona A de la Copa América 2021. Con rotaciones y un rendimiento productivo, lo supo capitalizar para golear (4-1) y sumar confianza y jugadores «activos» antes de entrar en la siguiente etapa del torneo.
La Selección mostró desde el silbatazo inicial su deseo de dominar y no abrirle ninguna puerta al rival. A partir de su amplitud y buen pie, atacó desde el comienzo y llegó rápidamente al gol: abrió el marcador antes de los 15’ por quinta vez -tercera seguida- en los últimos 10 encuentros (desde el inicio de las Eliminatorias). La definición, tras otra gran asistencia de Lionel Messi, fue de un Alejandro Gómez que volvió a aprovechar sus minutos.
Partiendo desde la izquierda y mezclando apariciones pegadas a la banda con otras más centralizadas -donde mejor puede explotar sus condiciones-, el “Papu” repitió las sensaciones positivas que había dejado en el triunfo ante Paraguay. Inteligente para ubicarse y desmarcarse y un buen complemento para jugadores de diferentes puestos (el lateral, por cómo le libera la banda o lo espera para asociarse; el centrodelantero, por su capacidad para asistirlo, y el capitán albiceleste, por su lectura para ser un apoyo en corto o picar al espacio y siempre intentar ofrecer soluciones, entre otros jugadores), se confirmó como una alternativa importante.
Ángel Correa es otro futbolista que utilizó el cierre de la fase de grupos para subir en la consideración y revalorizarse como una opción de recambio. Haciendo gala de sus clásicos giros para esquivar piernas contrarias, un recurso importante entre líneas y en poco terreno, el del Atlético de Madrid les sumó desequilibrio a los ataques y se conectó bien con el resto de los hombres ofensivos. Si bien puede fallar en la continuidad de las jugadas, tanto por la toma de decisiones como por la precisión de sus descargas, esa capacidad para deshacerse de su marca y acelerar las acciones es muy interesante.
Además, de la goleada también sale con saldo positivo Lautaro Martínez, quien necesitaba convertir y pudo hacerlo. Más allá de otros rendimientos individuales destacados, como el de Guido Rodríguez (por su buena ubicación, sobre todo para defender) o el de Lisandro Martínez (dejó pinceladas de su reconocida capacidad), seguramente quien más fortalecido haya salido es el «Toro», ya que volver a marcar (llevaba cuatro compromisos sin hacerlo, desde el regreso en este 2021) le da la confianza que le faltaba aun con su aporte en otros apartados, como en la presión, la fijación de los centrales para abrir huecos entre líneas o el juego de espaldas.
Luego del refuerzo en su moral, el próximo desafío para Argentina será el cruce de octavos de final contra Ecuador, un seleccionado que le generó inconvenientes en el último enfrentamiento. Es capaz de presentarle problemas por el trabajo de Gustavo Alfaro para elaborar bloques cerrados que nieguen espacios, como demostró en el debut en Eliminatorias. Si bien en el combinado tricolor no ha conseguido alcanzar una gran solidez defensiva (no logró ninguna valla invicta y recibió 10 tantos en los partidos oficiales de este año), tiene herramientas como para limitar a la Albiceleste y llevarla al escenario que más le ha costado en el ciclo Scaloni: los ataques estacionados.
Aunque recientemente ha mejorado en esta faceta, con futbolistas complementarios y una circulación más fluida, aún mantiene algunos problemas para abrir defensas agrupadas. Claro que la Selección cuenta con material como para no atascarse, pero es un aspecto a tener en cuenta. Sobre todo porque deberá hacerlo sin desprotegerse, ya que los dirigidos por el argentino son veloces para contraatacar y llegan mucho y muy bien por los costados: son el seleccionado que más centros envió en la Copa América (74, con 16 completados) y en promedio desarrollan el 76% de sus avances por las bandas.
«Tenemos el máximo respeto a Ecuador, han demostrado ser un buen equipo, joven y dinámico», aseguró Scaloni tras la victoria ante Bolivia. De a poco y con un empujón de confianza, Argentina sueña con pisar fuerte y ser protagonista en Brasil.
Crédito de la foto de portada: AFP.
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